jueves, 25 de septiembre de 2014

CAMBIO DE RUMBO EN LA COMUNICACIÓN POLÍTICA: PEDRO SÁNCHEZ, ¿NUEVA "ESTRELLA MEDIÁTICA"?


Las incesantes intervenciones de Pedro Sánchez, líder del PSOE, durante las últimas semanas en programas de televisión de todo tipo (Sálvame”, “El Hormiguero”, “Viajando con Chester”, “Las mañanas de la 1”) han marcado la actualidad política de los últimos días, causando reacciones de todo tipo.

La designación de Sánchez como nuevo secretario general de los socialistas ha traído consigo una clara voluntad de cambio, también patente en la estrategia de comunicación. A diferencia de la unidad imperante en la época de Rubalcaba, quien no contaba con una dirección de comunicación propia sino compartida con el partido, el recién estrenado líder cuenta con su propio equipo de expertos, dedicados en exclusiva a su asesoramiento personal y encabezados por la reconocida asesora política Verónica Fumanal.

En un contexto cada vez más desfavorable para la clase política, que ha sufrido un claro desgaste y desprestigio debido a los habituales escándalos de corrupción, así como el descontento social generado a causa de la crisis, parece cada vez más importante humanizar a los políticos. Tras los malos resultados del PSOE en las últimas elecciones, la necesidad se hizo evidente y la estrategia se centra ahora en mostrar al nuevo líder lo más cercano y natural posible, a fin de recuperar la conexión con los ciudadanos y, con ello, los votos perdidos.

El referente de Podemos, cuyo líder Pablo Iglesias surgió del éxito mediático por sus intervenciones en tertulias políticas y que después se reflejó en las urnas, parece servir como inspiración para este cambio de rumbo. En el caso del socialista, la participación se ha hecho también extensiva a programas de entretenimiento carentes de contenido político, en la línea que sigue por ejemplo el presidente de EEUU, Barack Obama, invitado habitual en todo tipo de late shows y máximo exponente actual de la política-entretenimiento.

El reto está en lograr que Pedro Sánchez, un verdadero desconocido para la opinión pública antes de su designación, se convierta en un líder no sólo conocido, sino también reconocido, con una personalidad propia y una imagen moderna, no sólo en los ambientes políticos o periodísticos, sino entre la gente de a pie y que esto se traslade a los resultados electorales.

Reacciones en las redes sociales y prensa

La entrada por teléfono en “Sálvame” apenas duró unos minutos, pero corrió como la pólvora en las redes sociales, donde las reacciones no se hicieron esperar. En Twitter se registraron miles de comentarios sobre la conveniencia o no de que el secretario general de uno de los grandes partidos nacionales participe en un programa de ese perfil televisivo.  

Por supuesto, la prensa se hacía  también eco del asunto, incluyendo diversas noticias y artículos de opinión. El periódico El País publicaba en su edición impresa una página completa bajo el titular “Pedro Sánchez quiere tele”. El Mundo iba más allá, dedicándole parte de la portada y tres páginas interiores con titulares como “El PSOE se encomienda a la audiencia”.  A estos se suman los de otras muchas cabeceras de referencia, tildando a Sánchez de “estrella de TV”, “estrella mediática”, etc.

Ante las críticas, tanto el partido como el propio protagonista justificaron sus acciones: el PSOE mostró su sorpresa por el revuelo causado, defendiendo  que Pedro Sánchez apostaba por una “nueva política de comunicación democrática y sin prejuicios, que conecta con el pulso de la calle, que va a dónde están los ciudadanos”. Estas declaraciones suponen una clara demostración de la existencia de una orquestada estrategia de imagen ya en marcha.

La nueva estrategia, a debate

También entre los expertos de comunicación política, ha suscitado una marea de opiniones encontradas, dividiéndose entre los que se muestran a favor y en contra de este tipo de campañas. El debate se trasladó al Congreso, donde diputados de todos los partidos aportaron puntos de vista muy diversos. Alguno de ellos defendió la imagen de cercanía que permite la participación en este tipo de programas, otros se limitaron a considerarlo lícito y aceptable, pero no faltaron tampoco quienes aprovecharon para criticar o ironizar sobre el asunto.

La utilización de la televisión como herramienta de comunicación suele resultar poderosa y efectiva a la hora de ganar visibilidad. Sin embargo, asociada a la política, es una práctica que puede entrañar sus riesgos. La sobreexposición mediática, el peligro de caer en la demagogia, el mensaje transmitido, el perfil de los espacios televisivos escogidos o la pérdida de votos por parte de cierto sector votante, son algunos de los aspectos más delicados que necesitarán especial atención para que no se vuelvan en contra.

Por el momento,  Pedro Sánchez ya ha conseguido en un solo día ser trending topic y “minuto de oro” del prime time. El golpe de efecto parece haber surtido, y el tour mediático no ha hecho más que empezar. Tan solo el tiempo dirá si, finalmente, consigue revertir esta popularidad de manera beneficiosa en las urnas. 



1 comentario:

  1. Yo también creo que la presencia en la televisión espectáculo no es positiva, pero se ve que quieren llegar a la gente que no ve informativos

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