La creación de un blog corporativo debe ir dirigida a ganarse la confianza de los usuarios que acceden a nuestra empresa a través de Internet, siendo cercanos y transparentes. Debe cumplir una función: ofrecer información y generar conocimiento que aporte valor añadido a los lectores. De nada sirve abrir un blog con la imagen de la empresa si no se va a llenar de contenidos de calidad que redunden en la positividad de la marca.
Para escribir bien en una bitácora corporativa hay que leer primero muchos blogs buenos y exitosos. Hay mucha gente que se dedica a “bloggear” de manera profesional. Conocer a varios y compararlos nos ayudará a no cometer errores.
La regla más importante es que la misión no es la de vender. Una de las principales razones por la cual los usuarios desconfían de los blogs corporativos es que los relacionan con publicidad para los productos de la empresa. El tema debe estar relacionado con la actividad o la imagen de la firma, pero sin promocionarla.
La verdadera motivación de entrar en la blogosfera debe ser hablar de tú a tú con el cliente, escuchar sus inquietudes y que ellos mismos nos cuenten por propia iniciativa cuáles son sus necesidades. Se trata de una herramienta bidireccional, y lo principal es estar bien preparado para sacar rendimiento tanto de los comentarios positivos como de los negativos.
