martes, 5 de febrero de 2013

LA COMUNICACIÓN EN EL DESTINO TURÍSTICO, UN VALOR IMPRESCINDIBLE





La importancia del turismo internacional ha propiciado que se potencien todos los destinos visitables, creando nuevas ofertas y, sobre todo, implantando campañas de marketing específicas para cada uno de ellos.

Dentro de la promoción turística resulta fundamental la existencia de una estrategia de comunicación en los propios destinos, sin la cual, difícilmente puede darse la propia actividad turística. Y, en este contexto, la información para los turistas extranjeros en el lugar de vacaciones resulta imprescindible para mejorar su experiencia durante la estancia y conseguir su fidelización.



Por ello, las herramientas de comunicación en los destinos deberían ser contempladas como una actuación estratégica dentro del marketing turístico, como los folletos de rutas y actividades en los hoteles, la señalización de ciudades y pueblos, los vídeos de presentación, los centros de interpretación, etc. Todos los instrumentos informativos deben estar orientados a dos objetivos comunes: proyectar una imagen positiva del lugar y, a la vez, facilitar la visita del turista, para redundar en su buena impresión.

Es decir, las actuaciones de las organizaciones de turismo para atraer a los consumidores a su zona no deben terminar con la venta. El proceso de decisión de compra debe ir más allá de esta etapa, considerando que existe un comportamiento posterior, derivado de las vivencias obtenidas por los turistas durante los propios viajes contratados. Y el contacto de las personas con la información-comunicación-promoción juega un papel clave en los resultados de dichas experiencias, que pueden traducirse en comportamientos y actitudes, como visitar un mayor número de locales o atracciones, ampliar la estancia, tener un mayor conocimiento del sitio para después recomendarlo a familiares y amigos, una actitud más favorable para regresar, e incluso puede repercutir en una realización de mayores gastos en los negocios del lugar. En definitiva, el turista contento es el mejor prescriptor en el mercado de viajes, y a ello contribuye en gran medida que esté bien informado.

Para ello, todas las empresas y locales de cada destino deben implicarse en la oferta de información turística, pues cada rincón sin un consejo u orientación para el viajero es una oportunidad perdida de dejar una huella positiva en su recuerdo.

Los responsables de las campañas de marketing deben aprovechar la proximidad inmejorable con el público que ya ha acudido al sitio, y dedicar más recursos y herramientas a comunicar en este apartado, en lugar de destinar tan elevados presupuestos a procedimientos más ineficaces, como la publicidad televisiva o los stands en ferias profesionales. Este contacto directo con el turista, además de ser más efectivo, tiene un coste mucho más reducido.

Por ejemplo, el servicio de información a través de folletos sobre lugares de interés disponibles en el hall de los hoteles, así como los mapas gratuitos, representan un claro ejemplo de «servicio ideal», ya que cuentan con un gran interés y utilidad para los turistas, al mismo tiempo que su implantación no requiere ninguna inversión importante, así como tampoco un coste apreciable en el mantenimiento del propio servicio.

En este sentido, es necesario mejorar la colaboración entre los turoperadores, las instituciones públicas y los establecimientos de todo tipo de los destinos turísticos (oficinas de turismo, hoteles, restaurantes, etc.). Esta actuación exige una coordinación fluida y la creación de una cultura de cooperación entre todos aquellos agentes que directamente se benefician de las actividades turísticas.