El boom de las redes sociales y los smartphones ha transformado
sustancialmente la forma de comunicarnos y con ello, también han variado las
herramientas de marketing utilizadas. En este contexto surge el llamado
Marketing Viral, concepto basado en que los usuarios interactúen y compartan
voluntariamente una campaña determinada a través de Internet, bien porque les
ha motivado, emocionado o, simplemente, llamado su atención.
Esta tendencia está cada vez
más expandida entre las firmas comerciales, hasta el punto que muchas idean ya
sus campañas con el propósito de conseguir este efecto, que les permite
multiplicar la repercusión, ganando notoriedad y visibilidad. El componente
emocional suele ser una constante, ya que se
busca que el público se sienta
identificado con los valores o el mensaje transmitido y no dude en difundirlo
en sus perfiles sociales.
Para ello, es importante idear
una historia basada en experiencias sorprendentes o inesperadas, olvidándose
por un momento del producto y con el objetivo final de conectar con el
público, haciendo que se sientan partícipes. En los últimos años, las campañas navideñas han ido en esta
dirección y se caracterizan precisamente por explotar todo este tipo de recursos
y, alguna de ellas, consigue incluso la ansiada viralidad, aunque con desigual
resultado.
La firma sueca Ikea es
experta en el arte de conseguir que sus anuncios sean virales con resultados
positivos. Sus creativas campañas, más centradas en el componente emocional que
en el producto en sí mismo, buscan siempre la empatía. La originalidad y
sencillez del spot de estas navidades, titulado “La otra carta”, en el que unos
niños prefieren pedir a sus padres que les dediquen más tiempo antes que a los
Reyes Magos regalos materiales, ha logrado calar hondo entre el público.
Otro ejemplo de éxito en
cuanto a campañas navideñas virales se refiere es Campofrío. El terrible incendio que recientemente ha
arrasado su fábrica en Burgos ha servido como hilo conductor del spot de este
año. Siguiendo el concepto de los anteriores, a los cómicos españoles que lo
protagonizan se suman en esta ocasión trabajadores de la factoría y ciudadanos “quemados”
por la crisis.
El
anuncio agradece la solidaridad y respuesta de la
gente e infunde valores asociados al optimismo, la esperanza y la superación,
transmitiendo el mensaje de que la unión
hace la fuerza. De este modo, se busca reforzar la imagen de la marca tras
el duro revés, despertando el apego emocional hacia la misma y expresando la
importancia de levantarse, pese a las dificultades que puedan surgir.
Sin embargo, la
repercusión de este tipo de acciones no siempre es fácil de prever, pudiendo
llegar a expandirse sin ningún tipo de control y no siempre en términos
positivos. Esto fue exactamente lo que ocurrió con el anuncio de la Lotería del pasado año, que obtuvo un resultado
totalmente contrario al deseado. Pese a la participación de reconocidos
cantantes y la dirección de un premiado cineasta, el spot no gozó de la
aprobación del público: las mofas fueron
constantes y se sucedieron infinidad de parodias que circularon
incontrolablemente por Internet durante
semanas.
El error trató de enmendarse
realizando una buena campaña que
hiciese olvidar el fracaso anterior. A tenor del entusiasmo general que ha despertado el anuncio de la Lotería de estas
navidades, parece que en esta ocasión sí han conseguido su propósito. Gracias a una historia simple pero de gran
carga emocional, el spot se ha expandido rápidamente por las redes sociales,
logrando esta vez conmover a miles de personas.
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