La interactividad en un soporte digital ofrece posibilidades infinitas para establecer una relación más estrecha entre la publicidad y los consumidores. Crear juegos y actividades en las que el usuario pueda participar y entretenerse es la última tendencia en campañas publicitarias. Un ejemplo es el juego diseñado para la casa de apuesta Bwin, un pasatiempo que permitía al internauta ser futbolista del Real Madrid a través de Facebook. La iniciativa sumó más de 100.000 participantes.
Cajeros automáticos, móviles, libros electrónicos, tablets, televisores... todos los aparatos tienden a lo táctil, lo que presenta una oportunidad única para que el público pueda "jugar" con los anuncios personalizados. Dicha interactividad no va sólo de la mano del mundo virtual, sino que aspira a ser global, creando un vínculo emocional de larga duración con el cliente, yendo más allá de la ejecución de una compra o la contratación de un servicio.
La conocida firma de líquido corrector Tipp-Ex sorprendió con una original e impactante campaña lúdica, que basó su éxito en un divertido vídeo colgado en Youtube, que proponía a la audiencia plantear situaciones disparatadas entre un cazador y un oso, bajo el llamativo título "Un cazador dispara a un oso". El hombre saca la mano del recuadro para coger el Tipp-Ex y borrar la palabra "dispara". El juego reside en que un mensaje con una flecha anima al usuario a cubrir el espacio borrado con una nueva palabra. Si el internauta escribe por ejemplo "canta", inmediatamente salta un vídeo en el que el cazador recita un aria mientras el animal toca el arpa. Esta campaña ejemplifica a la perfección cómo las nuevas tecnologías permiten la diversión y una mayor complicidad con los consumidores.
