lunes, 28 de junio de 2010

IMAGEN CORPORATIVA: el espejo del alma de la empresa


Antes de salir de casa por la mañana, casi todas las personas eligen y revisan la vestimenta que se van a poner, acorde con la imagen que quieren transmitir. No nos vestimos con los mismos colores, ni con los mismos tejidos o prendas para ir a trabajar que para asistir a una boda. La misma filosofía debe regir el comportamiento de las empresas; de modo que todos los productos relacionados con su imagen (cartas, catálogos, web…) deben responder a un estilo que refleje los valores de la marca.





Para ello, es fundamental recurrir a expertos en diseño gráfico y comunicación para que estudien y elaboren el programa de imagen de la compañía. Siendo un área generalmente relegada a un segundo plano, la imagen corporativa de una firma es uno de sus más importantes activos a la hora de conseguir ventas.


En un mercado tan competitivo y cambiante, la imagen de marca (encabezada por el logotipo) es un elemento clave de diferenciación y posicionamiento. Es la forma más directa de transmitir al consumidor quién es la organización, qué hace y cómo lo hace. Está destinada a reflejar en un impacto fugaz la personalidad de la entidad, lo que esta simboliza, y abarca desde el logotipo hasta la decoración de interiores. Debe estar impresa en todos los elementos corporativos (papelería, uniformes…) para darle cuerpo en la mente del cliente a través de la repetición.


Una compañía suele necesitar la construcción de su imagen corporativa más allá del momento de su puesta en marcha: cuando se fusiona con otra, cuando diversifica o amplía su gama de productos, cuando las circunstancias del mercado la obligan a modernizarse, cuando ofrece servicios o productos demasiados similares a los de la competencia, o cuando sus submarcas individuales tienen más fuerza por separado que cómo integrantes de un ente corporativo que las englobe a todas.
*Foto de Bogagames