
Una tecnología inédita y desconocida. Una inversión astronómica de 300 millones de dólares. Sin estrellas protagonistas. Un cineasta que no había dirigido en 12 años. A primera vista, la apuesta de 20th Century Fox por Avatar parecía excesivamente arriesgada. Sin embargo, y aunque pocos habían oído hablar de ella a un mes de su estreno, la última película de James Cameron volvió a convertirse en la más taquillera de la historia. ¿Cuál ha sido el secreto de su incontestable éxito?