El hecho de que un país cuente con una identidad de marca fuerte y bien valorada aporta
una ventaja competitiva medible en términos de visitación, promoción, inversión
y consumo. Por ello, resulta de suma importancia gestionar adecuadamente la
estrategia a seguir en torno a la creación de una marca país, redefiniendo
constantemente sus directrices e invirtiendo en aquellos aspectos que
fortalezcan la reputación a nivel externo.
La consultora Future Brand ha publicado recientemente un estudio titulado
“Country Brand Index 2014-2015” que revela las percepciones de los consumidores
acerca 75 países de todo el mundo, permitiendo conocer las marcas país más
poderosas y elaborar un ranking a nivel global.
Para la elaboración del informe se estudió en qué medida los encuestados
se mostraban más propensos a recomendar, vivir, visitar, hacer negocios o
estudiar en los países analizados, además de la valorar otros aspectos como la
percepción de sus infraestructuras, productos y servicios que ofrece.
El ranking mundial está encabezado por la marca Japón. El país asiático se sitúa por primera vez en
el puesto número uno al ser el que genera una percepción más valiosa e
influyente. El top ten se completa con Suiza, Alemania, Suecia, Canadá,
Noruega, Estados Unidos, Australia, Dinamarca y Austria.
Seis países del viejo continente copan las diez primeras posiciones, lo que
significa que en términos generales, Europa es el continente que aglutina el
mayor número de marcas país que son consideradas fuertes. Sin embargo, España
no aparece ni tan siquiera entre los veinte primeros, conformándose con el
puesto número 23.
Por si fuera poco, se considera que tan solo los 22 primeros clasificados
(29%) cumplen con los requisitos de lo que se considera una marca país como tal,
quedando España inmediatamente fuera de esta distinción.
El estudio, que incluye también clasificaciones por mercados y sectores,
permite descubrir en qué ámbitos concretos destaca cada uno de los países. De
todo ellos, España solamente aparece en el ranking de “Patrimonio y Cultura”, que
tiene en cuenta criterios como la cantidad de monumentos existentes, un pasado
de interés histórico y cultural, así como la capacidad de mantener las
tradiciones. En este caso, nuestro país consigue clasificarse en el puesto
número 10, por debajo de Italia, Grecia, Japón, Francia, Perú, Egipto, Austria,
Alemania e India.
Pese a lo mucho que se hablado en los últimos años sobre la marca España y
la importancia de construir una buena reputación externa para captar inversores
o establecer negocios, lo cierto es que el hecho de solo destaquemos en el
ámbito del patrimonio y la cultura parece demostrar que fuera de nuestras
fronteras la imagen del país todavía continúa asociándose a tópicos culturales, como pueden ser los toros,
el flamenco o las fiestas populares; sin conseguir que calen aspectos más
determinantes que son los que verdaderamente definen a las marcas país
poderosas.
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