Las incesantes intervenciones de Pedro Sánchez, líder del PSOE, durante las últimas semanas en programas de televisión de todo tipo (Sálvame”, “El Hormiguero”, “Viajando con Chester”, “Las mañanas de la 1”) han marcado la actualidad política de los últimos días, causando reacciones de todo tipo.
En un contexto cada vez más desfavorable para la clase política, que ha
sufrido un claro desgaste y desprestigio debido a los habituales escándalos de
corrupción, así como el descontento social generado a causa de la crisis, parece
cada vez más importante humanizar a los políticos. Tras los malos
resultados del PSOE en las últimas elecciones, la necesidad se hizo evidente y la
estrategia se centra ahora en mostrar al nuevo líder lo más cercano y natural
posible, a fin de recuperar la conexión con los ciudadanos y, con ello, los votos
perdidos.
El referente de Podemos, cuyo
líder Pablo Iglesias surgió del éxito mediático por sus intervenciones en
tertulias políticas y que después se reflejó en las urnas, parece servir como
inspiración para este cambio de rumbo. En el caso del socialista, la
participación se ha hecho también extensiva a programas de entretenimiento carentes
de contenido político, en la línea que sigue por ejemplo el presidente de EEUU,
Barack Obama, invitado habitual en todo tipo de late shows y máximo exponente actual de la
política-entretenimiento.
El reto está en lograr que Pedro
Sánchez, un verdadero desconocido para la opinión pública antes de su designación,
se convierta en un líder no sólo conocido, sino también reconocido, con una
personalidad propia y una imagen moderna, no sólo en los ambientes políticos o
periodísticos, sino entre la gente de a pie y que esto se traslade a los
resultados electorales.
Reacciones en las redes sociales y prensa
La entrada por teléfono en
“Sálvame” apenas duró unos minutos, pero corrió como la pólvora en las redes
sociales, donde las reacciones no se hicieron esperar. En Twitter se
registraron miles de comentarios sobre la
conveniencia o no de que el secretario general de uno de los grandes partidos
nacionales participe en un programa de ese perfil televisivo.
Por supuesto, la prensa se hacía también eco del asunto, incluyendo diversas
noticias y artículos de opinión. El periódico El País publicaba en su edición
impresa una página completa bajo el titular “Pedro Sánchez quiere tele”. El
Mundo iba más allá, dedicándole parte de la portada y tres páginas interiores
con titulares como “El PSOE se encomienda a la audiencia”. A estos se suman los de otras muchas cabeceras
de referencia, tildando a Sánchez de “estrella de TV”, “estrella mediática”,
etc.
Ante las críticas, tanto el
partido como el propio protagonista justificaron sus acciones: el PSOE mostró
su sorpresa por el revuelo causado, defendiendo
que Pedro Sánchez apostaba por una “nueva política de comunicación
democrática y sin prejuicios, que conecta con el pulso de la calle, que va a
dónde están los ciudadanos”. Estas declaraciones suponen una clara demostración de la existencia de una orquestada estrategia de
imagen ya en marcha.
La nueva estrategia, a debate
También entre los expertos de
comunicación política, ha suscitado una marea de opiniones encontradas,
dividiéndose entre los que se muestran a favor y en contra de este tipo de
campañas. El debate se trasladó al Congreso, donde diputados de todos los partidos
aportaron puntos de vista muy diversos. Alguno de ellos defendió la imagen de
cercanía que permite la participación en este tipo de programas, otros se
limitaron a considerarlo lícito y aceptable, pero no faltaron tampoco quienes
aprovecharon para criticar o ironizar sobre el asunto.
La utilización de la televisión
como herramienta de comunicación suele resultar poderosa y efectiva a la hora
de ganar visibilidad. Sin embargo, asociada a la política, es una práctica que
puede entrañar sus riesgos. La
sobreexposición mediática, el peligro de caer en la demagogia, el mensaje
transmitido, el perfil de los espacios televisivos escogidos o la pérdida de votos
por parte de cierto sector votante, son algunos de los aspectos más delicados
que necesitarán especial atención para que no se vuelvan en contra.
Por el momento, Pedro Sánchez ya ha conseguido en un solo día ser
trending topic y “minuto de oro” del prime time. El golpe de efecto parece
haber surtido, y el tour mediático no
ha hecho más que empezar. Tan solo el tiempo dirá si, finalmente, consigue
revertir esta popularidad de manera beneficiosa en las urnas.
Yo también creo que la presencia en la televisión espectáculo no es positiva, pero se ve que quieren llegar a la gente que no ve informativos
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